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Chile

L’11 settembre non è solo la tragica ricorrenza dell’attentato alle torri gemelle di New York.
50 anni fa, l’11 settembre del 1973, avvenne il golpe in Cile che portò al governo una feroce dittatura. Quell’11 settembre di cinquant’anni fa truppe e carri armati invasero le strade di Santiago del Cile, bombardando il palazzo presidenziale “La Moneda”. Poche ore dopo il Presidente socialista Allende si suicidò, come sostennero i golpisti, o fu ucciso, come affermarono i suoi sostenitori. Crudele dittatura, durata 17 anni che ha comportato più di 40000 vittime e 3200 oppositori del regime assassinati o desaparecidos.
Ciononostante l’eredità del colpo di stato in Cile è ancora oggetto di discussione. Secondo un recente sondaggio solo il 42% dei cileni ritiene che il golpe abbia distrutto la democrazia mentre il 38% ritiene che abbia salvato il paese dal marxismo.
Anche in Cile sta prendendo piede il “negazionismo”, come avviene per l’olocausto degli ebrei. Ecco che va tenuta vigile la memoria e perpetuata la lotta alle dittature.
La difesa della democrazia e della libertà deve essere un obiettivo costante di tutti. Difesa della democrazia che, da noi in Italia, si chiama difesa incondizionata della Costituzione Repubblicana, nata dalle ceneri del fascismo.
Del golpe in Cile, in questi giorni,  molto se ne è parlato sulla stampa nazionale. Abbiamo pensato di riprendere, da una fonte direttamente latino americana, una descrizioni degli eventi cileni.
La pubblichiamo nella versione originale in spagnolo (NdR).
 
Miles de chilenos marchan en el centro de Santiago en memoria a las víctimas de la dictadura pese a los disturbios.
Se han registrado enfrentamientos entre manifestantes violentos y fuerzas policiales, además de barricadas y varios saqueos.
La marcha pacífica tenía como destino final el cementerio de Santiago, donde se han producido la mayoría de incidentes.
Escucha ahora el podcast 'La vida rota de Marcos Uribe', sobre la vida del hombre que sobrevivió a un pelotón de fusilamiento.
 
tratto da RTVE del 11.09.2023 
(ripreso dalla Rassegna Stampa di  Radio 3 Mondo)



Miles de personas han marchado este domingo en el centro de Santiago de Chile para conmemorar los 50 años del golpe de Estado de 1973 y homenajear a las víctimas de la dictadura militar, una manifestación cargada de emoción y mensajes a favor de la democracia, pero que ha sufrido disturbios en el Cementerio General y los alrededores del palacio presidencial.
En diversos puntos de la capital se han registrado enfrentamientos entre manifestantes violentos que intentaban boicotear la marcha y fuerzas policiales, además de barricadas y varios saqueos en un supermercado del centro. También ha habido disturbios frente a La Moneda y varios manifestantes han lanzado piedras contra el palacio presencial, rompiendo algunas ventanas.

Manifestantes se enfrentan a la policía durante la marcha AP PHOTO/LUIS HIDALGO


La marcha pacífica, convocada por organizaciones de derechos humanos, tenía como destino final el cementerio de Santiago, donde se han producido la mayoría de incidentes. Durante el trayecto han portado cientos de banderas y pancartas y fotografías de víctimas, llevadas hasta los pies de Memorial de los Detenidos Desaparecidos.


La marcha terminó a los pies de Memorial de los Detenidos Desaparecidos AFP PABLO VERA / AFP

"La muerte de Allende fue en defensa de la democracia y del Estado de derecho".
El presidente chileno, Gabriel Boric, (Gabriel Boric è il 37enne Presidente del Cile, eletto nel 2022 – NdR)  se unió a la marcha encabezada por la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), y en cuya cabecera también estaba el juez español que estuvo a cargo del procesamiento del general Augusto Pinochet a principios de siglo, Baltasar Garzón.
“Su muerte (la de Allende) fue en defensa de la democracia y del Estado de derecho”, ha señalado el mandatario minutos antes, durante la inauguración de un memorial en la calle Morandé 80, frente a la puerta de La Moneda por donde sacaron el cuerpo del presidente socialista después del bombardeo contra la sede de Gobierno.


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"El quiebre de la democracia chilena, con sus enormes secuelas de muerte y destrucción, nos sigue marcando hasta hoy (...) Hoy cuando algunos se permiten relativizar aquello que no debió existir, decimos con firmeza: democracia hoy y siempre", ha subrayado Boric en la antesala de un aniversario que está generando mucha crispación y polarización.
La derecha tradicional chilena, agrupada en la coalición Chile Vamos, anunció esta semana que se ausentará el próximo lunes de los actos conmemorativos, a los que asistirán varios presidentes de la región, y dijo que no firmará la declaración a favor de la democracia que promueve Boric.
"Hay que sanar las heridas con justicia verdadera"
El juez Garzón, que ha portado unas gafas similares a las icónicas que llevaba Allende, ha pedido no olvidar lo que ocurrió el 11 de septiembre de 1973, "un asalto a la democracia, un golpe de Estado violento que supuso la apertura de un régimen de temor y la negación de los derechos humanos".
El golpe dio inicio a una cruel dictadura de 17 años que dejó un saldo de más de 40.000 víctimas, entre ellas al menos 3.200 opositores asesinados.


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"Mientras no haya justicia, no haya verdad, jamás dejaremos de marchar. Hay que sanar las heridas con justicia verdadera, reparación y garantías para el nunca más", ha dicho a EFE un manifestante que pidió no ser identificado.
A su lado, otro joven que tampoco quiso revelar su nombre dijo a EFE que la marcha "es un compromiso con la memoria, para que en este país nunca más se vuelva a quebrar la democracia y las Fuerzas Armadas traicionen a su pueblo".
Los disturbios no han empañado la conmemoración
La celebración ha vuelto a dividir un país donde en los últimos meses ha crecido el negacionismo y la cifra de personas, públicas y privadas, que no solo justifican el golpe militar, sino que creen que salvó a Chile del comunismo y que las brutales represalias de la dictadura fueron un mal necesario.
Como todos los años, la marcha ha concluido con grupos aislados de jóvenes vestidos de negro que se enfrentaron a antidisturbios de carabineros tanto en el interior como en el exterior del cementerio, donde penetraron los camiones con agua a presión y los blindados con gas lacrimógeno a los que hicieron frente con pequeñas barricadas, piedras, palos, material urbano arrancado y cocteles Molotov, sin que se lamentaran heridos.
Fuerzas de Seguridad han confirmado a EFE que se detuvo a una docena de personas, entre ellas grupos de vándalos que aprovecharon la celebración para saltar carnicerías y otros comercios.
El ataque más extraño se produjo en el propio Palacio de La Moneda, donde un grupo de encapuchados, del que se desconoce hasta el momento su adscripción política e ideológica, rompieron la valla los vidrios que rodea la parte frontal de la sede del Gobierno y trataron de escalar por las paredes e incluso entrar en el centro cultural. La acción obligó a intervenir a los carabineros, que tuvieron que frenar la marcha y partirla en dos al poco de comenzar la misma.